Aunque por la lluvia se supendio la procesión del Viernes Santo, en la Cofradia del Perpetuo Socorro se cumplió con la tradición de que, una vez colocado el Cristo en su lugar habitual, los que se apuntaron, al módico precio de 5 € (bocadillo y dos bebidas) repusieran fuerzas, con un buen bocadillo de atún con anchoas en el bar Montearagon (enfrente de la Iglesia).
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